La Rambla es el salón de Barcelona, un ancho paseo peatonal entre el Barrio Gótico y el Barrio Chino que se extiende desde la Plaza Cataluña hasta la estatua de Colón y el puerto. También conocida como Las Ramblas porque recibe 5 nombres distintos, es un colorido desfile de músicos callejeros, mimos, titiriteros y estatuas humanas, y suele ser el primer lugar donde recaen los turistas al llegar a la ciudad condal.
Durante más de un siglo los barceloneses se han reunido a lo largo de este animado paseo para charlar, pasear, o sentarse en alguno de sus cafés y terrazas a dejar pasar el tiempo. Los turistas que de día pueblan las concurridas Ramblas, ceden su lugar por la noche a juerguistas, prostitutas y algún que otro carterista.
El barrio de El Raval, situado a la derecha de La Rambla bajando hacia el mar, es popularmente conocido como el Barrio Chino, que si bien durante mucho tiempo fue una zona marginal, hoy es un puzzle cultural y mestizo, con público de todas las edades y nacionalidades, numerosas galerías de arte y tiendas de diseño.
El barrio de El Raval, situado a la derecha de La Rambla bajando hacia el mar, es popularmente conocido como el Barrio Chino, que si bien durante mucho tiempo fue una zona marginal, hoy es un puzzle cultural y mestizo, con público de todas las edades y nacionalidades, numerosas galerías de arte y tiendas de diseño.
Un paseo por Las Ramblas
Demos un paseo por La Rambla en un itinerario a pie, comenzando en la Plaza Cataluña hasta llegar al Paseo de Colón (aproximadamente 2 Km):
El tramo inicial del paseo es conocido como la Rambla de Canaletes, donde se emplaza una popular fuente del siglo XIX en torno a la cual se reúnen los fanáticos del F.C. Barcelona a celebrar sus triunfos futbolísticos. Dicen que los que beben de la Font de Canaletes regresan a Barcelona.
El segundo tramo es la Rambla dels Estudis (Rambla de los Estudios), llamado así por una institución de enseñanza del siglo XVI que estuvo aquí hasta 1844. Esta sección es también conocida como la Rambla dels Ocells (de los pájaros), por las múltiples pajarerías que hay.
En este tramo hay varios edificios interesantes, como la Real Academia de Ciencias y Artes, el edificio de Tabacos de Filipinas (siglo XIX), la Iglesia de Belén (parte de un complejo jesuíta del siglo XVI), o el Palau Moja (una gran mansión palaciega del siglo XVIII).
Pajarerías en la Rambla de los Estudios o de los Pájaros |
En este tramo hay varios edificios interesantes, como la Real Academia de Ciencias y Artes, el edificio de Tabacos de Filipinas (siglo XIX), la Iglesia de Belén (parte de un complejo jesuíta del siglo XVI), o el Palau Moja (una gran mansión palaciega del siglo XVIII).
El tercer tramo es la Rambla de Sant Josep (Rambla de San José), así llamado por el convento carmelita que hubo en este lugar hasta mediados del siglo XIX, aunque también se conoce como la Rambla de les Flors (Rambla de las Flores), por sus numerosos quioscos de flores.
En esta parte de La Rambla se emplaza el Palacio de la Virreina, una de las mansiones barrocas más impresionantes de Barcelona que es actualmente una sala de exposiciones. Al lado se emplaza el mercado más famoso de la ciudad, el Mercado de San José o La Boquería, donde se pueden comprar todo tipo de productos frescos locales y exóticos.
Floristerías en la Rambla de San José o de las Flores |
En esta parte de La Rambla se emplaza el Palacio de la Virreina, una de las mansiones barrocas más impresionantes de Barcelona que es actualmente una sala de exposiciones. Al lado se emplaza el mercado más famoso de la ciudad, el Mercado de San José o La Boquería, donde se pueden comprar todo tipo de productos frescos locales y exóticos.
Otros edificios interesantes de la Rambla de Las Flores son: la antigua Casa Figueres (decorada con mosaicos y estucos), la Casa del Dr. Genové, la Casa de Bruno Quadres (conocida como la Casa de los Paraguas por la decoración con paraguas de su fachada), y el Museo Erótico de Barcelona.
El mosaico de Joan Miró en el pavimento señala el comienzo de otro tramo de La Rambla: la Rambla dels Caputxins (Rambla de los Capuchinos), llamada así por los capuchinos que tuvieron aquí su monasterio. Lo más interesante de este sector es el Gran Teatro del Liceo, el teatro de la ópera, reabierto a finales de 1999 tras sufrir un incendio. Está considerado uno de los más importantes del mundo y ha sido durante décadas, símbolo y lugar de encuentro de la aristocracia y burguesía catalanas.
Algo más abajo se encuentra el Hotel Oriente, un colegio franciscano reconvertido en alojamiento a finales del siglo XIX, manteniendo el claustro y el refectorio. A la derecha, entrando por el Carrer Nou de La Rambla se encuentra el Palacio Güell, una de las primeras obras maestras de Antonio Gaudí.
En la acera de enfrente (cruzando La Rambla) se encuentra la entrada a la Plaza Real, desde donde se puede comenzar un paseo por el laberinto de callejuelas del popular Barrio Gótico.
Palacio Güell, una de las obras de Antonio Gaudí |
En la acera de enfrente (cruzando La Rambla) se encuentra la entrada a la Plaza Real, desde donde se puede comenzar un paseo por el laberinto de callejuelas del popular Barrio Gótico.
El último tramo de La Rambla recibe el nombre de Rambla de Santa Mónica, debido a un convento que fue transformado en Centro de Arte. Junto a él se emplaza la Plaza del Teatro con el monumento a Frederic Soler (comediógrafo) y el Teatro Principal.
Antes de llegar al final del paseo y a la estatua de Colón, entrando por un escondido pasaje se halla el Museo de Cera y el mágico café El Bosque de las Hadas (Bosc de les Fades), decorado con extraños árboles, gnomos y otras criaturas fantásticas.
Teatro Principal, en la Rambla de Santa Mónica |
Antes de llegar al final del paseo y a la estatua de Colón, entrando por un escondido pasaje se halla el Museo de Cera y el mágico café El Bosque de las Hadas (Bosc de les Fades), decorado con extraños árboles, gnomos y otras criaturas fantásticas.
A lo largo de este recorrido se pueden encontrar todo tipo de gentes, de todas las razas y edades, desde antiguos limpiabotas, a malabaristas, mimos callejeros, estatuas vivientes, pintores callejeros, y un sinfín de quioscos de venta de flores, animales y souvenirs.
La Rambla de Barcelona es un paseo único en el mundo, candidato a ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. No visitar Las Ramblas es como no haber estado en Barcelona.
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